Zuccardi
¿Qué importancia puede tener el mobiliario para bodega en el mundo vitivinícola? Para una bodega como Zuccardi, tiene mucha importancia, sobre todo si abres las puertas del negocio para mostrar tus productos e incluso para que se sienten a probarlos.
Las uvas de los vinos de la bodega Zuccardi crecen a al pie de la cordillera de los Andes. Una zona con un entorno espectacular y perfecta para la viticultura. El enoturismo ha conseguido hacerse un hueco en todas estas zona rurales y los arquitectos encargados de este proyecto diseñaron un edificio funcional para su exigente día a día pero también pensando en el aspecto turístico y es aquí donde el mobiliario para bodega juega un papel fundamental.
El edificio se mimetiza a la perfección con las montañas y se busca esa integración con el paisaje. Con 3 niveles bien diferenciados, el sótano dónde podemos ver las tinas de vino y todo el proceso productivo, al que también se suman el laboratorio y el área de administración.
En la parte más alta podemos ver cómo emerge una cúpula metálica, que refleja la luz y deja ver una gran obra de arte hecha de metal. La escultura está hecha por Guillermo Rigattieri y representa la semilla, el origen y el próspero futuro.
Una vez nos disponemos a recorrer la bodega, nos damos cuenta de que queremos descubrir cada uno de sus rincones. Los cambios de luz, las paredes imponentes, los cambios de temperatura, el silencio… Todas estas características, junto con el mobiliario para bodega idóneo, nos permite experimentar el proceso de elaboración al completo.
Si nos disponemos a probar uno de sus lujosos vinos, nos encontramos con una sala cálida, con una chimenea en el medio que nos hace sentir como en casa. Soft-seating para el máximo confort y amplios ventanales con vistas a los viñedos.
La sala de catas está presidida con una gran mesa a medida de madera, con capacidad para unas 16 personas. Por último, la sala en la que está presente la semilla de metal, tiene un mobiliario para bodega peculiar. Una mesa de madera circular ocupa gran parte de la sala, que nos recuerda a una de las configuraciones de la mesa despacho Cool C300-C500.
Arquitectos: Tom Hughes, Fernando Raganato y Eugenia mora
Fotografía: Estudio García+Betencourt