Okazaki (Japón)
Un buen mobiliario para colegio es tan importante como su estructura, y si se consigue mezclar ambas, se conseguirá que los niños sean los grandes beneficiados.
Los arquitectos MAD han hecho realidad su primer proyecto en Japón, el jardín de infancia Clover House, en el que han conseguido una gran combinación entre mobiliario para colegio y arquitectura pensada en exclusiva para los niños.
Está situado en la pequeña ciudad de Okazaki, en un entorno rodeado de montañas y campos de arrozales. Originalmente la escuela era una vivienda unifamiliar, que pertenecía a los hermanos Kentaro y Tamaki Nara. Pensaron que si dotaban a la vivienda del mobiliario para colegio adecuado y lo reformaban para que los niños pudieran sentirse como en sus propios hogares, los niños crecerían y aprenderían en un entorno mucho más propicio.
Según MAD Arquitectos, crear un ambiente hogareño en este colegio era fundamental. Construir un nuevo edificio no entraba en los planes, ya que perdería la esencia, por lo que se decidió mantener la antigua estructura de madera y trabajar en torno a él y apostar por un buen mobiliario para colegio.
La casa familiar, de dos pisos, se transformó en una institución educativa, perfectamente desarrollada. Con 105 metros cuadrados y con el objetivo de que los costes de construcción fueran mínimos, los arquitectos reciclaron la estructura de madera y la incorporaron al nuevo edificio.
Como recuerdo simbólico, esta estructura está por todo el colegio. Los espacio translúcidos y cerrados se adaptan perfectamente a las diferentes actividades de enseñanza. Las ventanas se han fabricado con formas geométricas reconocibles al ojo del niño. Permiten que la luz del sol se filtre y cree sombras cambiantes que juega con la curiosidad de los niños y, junto con el mobiliario para colegio, estimulan su imaginación.
Se ha conseguido diseñar el colegio desde un punto de vista infantil, el diseño se enfoca en crear espacios íntimos y con diferentes utilidades. La estructura que cubre el edificio, es como un trozo de tela que crea un contraste entre lo nuevo y lo viejo.
La forma que tiene el colegio, nos recuerda a una cueva mágica o una fortaleza. La nueva estructura tridimensional, tiene una forma mucho más dinámica. Fachada y techo utilizan materiales impermeables.
En definitiva se ha diseñado un espacio, que junto con su mobiliario para colegio, ha hecho que los niños tengan en la memoria este colegio por siempre. Una pieza de arquitectura única.
Para añadir un toque más lúdico, se ha añadido un tobogán que desciende desde el segundo piso a una zona de juegos al aire libre.