Instituto La Bruyère
Normalmente no nos paramos a observar en qué tipo de sillas de comedor nos sentamos, las prisas de nuestro día a día nos impiden parar un segundo y ver lo que nos rodea. Sin embargo, siempre hay gente dispuesta a pensar en un ambiente que nos haga sentir cómodos sin que nos demos cuenta.
El instituto francés La Bruyère se compone de cuatro edificios, que han sido construidos en diferentes momentos. Uno de ellos es el comedor, que está medio enterrado eiluminado sólo por las aberturas cenitales. La zona está dividida en tres partes: la cocina en la dirección este, el refectorio en el oeste y en el centro la línea de distribución, la lavandería y el acceso al jardín por la azotea.
El aumento de solicitudes, ha sido una de las claves por las que se ha reformado el comedor entero. El restaurante escolar tiene unas dimensiones de 70m de largo,14m de ancho y 6m de alto.
¿Qué materiales se ha utilizado para este proyecto? por un lado, se ha utilizado madera, en concreto madera de abedul para definir la atmósfera y los diferentes espacios: el falso techo que conecta el refectorio con el entresuelo y por otro el hueco reservado para el espacio de los profesores con sus respectivas sillas de comedor.
La madera barnizada incolora, el piso de hormigón pulido y las barandillas galvanizadas, son los materiales que se han utilizado para asegurar la visibilidad de la estructura. De este modo, el techo es como un velo que muestra lo que está pasando entre bastidores.
Para las sillas de comedor, se han utilizado dos colores que contrastan y resaltan. De este modo, se han utilizado sillas de comedor de color verde pistacho y además sillas de comedor de color morado.
En la sala más grande, vemos dos espacios diferenciados. Una sala para que los profesores puedan comer, con las mismas sillas de comedor y mesas pero en diferentes espacios. Esta barrera, es también visual, formada por mobiliario de dos metros de altura.
Si observamos a la parte superior, se observa como baja el techo falso como si fuera dibujado por encima de la alcoba. Esto hace que junto con las sillas de comedor y el resto de mobiliario, proporcione más privacidad a este espacio, que además mejorar las características acústicas.
El juego entre los dos componentes, techo y alcoba, ofrece una alternativa a la partición tradicional proponiendo una relación más rica y sutil entre los dos espacios, redefiniendo así los conceptos de intimidad y comunicación.