La oficina en casa
Cada trabajador, cada persona tiene un estilo diferente y en las oficinas domésticas nos encontramos esta misma regla. En una oficina de una empresa, no se puede personalizar cada espacio para cada trabajador. Primero porque hay que seguir unas directrices que vienen marcadas por la marca de identidad de la empresa y segundo porque los trabajadores van y vienen. Un ejemplo claro de oficina corporativa, lo podemos ver en las oficinas de Opera Software.
Pero cuando hablamos de oficinas domésticas, es diferente. Aquí sí que podemos customizar o personalizar la oficina a nuestro gusto. En este artículo vamos a ver diferentes estilos, aunque no son los únicos.
Si quieres que tu oficina doméstica esté organizada, la elección del lugar y del mobiliario de oficina, resulta crucial. Poco a poco vamos observando cómo la tendencia es trabajar en casa. Internet nos ayuda en esta tarea y sin duda, es una forma perfecta para conciliar la vida familiar con la vida laboral. Pero la oficina doméstica también es una ventaja para los autónomos que todavía no pueden permitirse un local.
Los aspectos más importantes es encontrar en nuestro domicilio un espacio en el que estemos a gusto. La mesa de oficina tiene que ser los suficientemente amplia como para que los periféricos que vayamos a utilizar no nos molesten (ordenador, pantallas, impresora…) a la hora de trabajar.
Debemos tener cuidado al seleccionar la sala o habitación para nuestra oficina doméstica, debe ser una habitación que no utilicemos para otras actividades, ya que si no las distracciones estarán presentes de forma constante y la productividad y la eficiencia brillaran por su ausencia.
Si conseguimos que esté bien aislada y logramos que no entre mucha gente, estaremos en una buena disposición para trabajar.
Factores a tener en cuenta en nuestras oficinas domésticas
- Ten siempre una buena conexión a internet. Si tienes que llamar, separa las líneas personales de las líneas de trabajo.
- Una iluminación buena es muy importante, y si es luz natural, mucho mejor. Así nos aseguramos de luz y ventilación, además de ahorrar un dinero en nuestra factura.
- Silencio. Si nuestra oficina doméstica está llena de ruido, terminarás desconcentrándote y siendo poco productivo.